What is normal?

¿Querer normalizar la obesidad es fomentarla?

A nadie se le escapa que la obesidad está mal vista socialmente y que las personas que padecen esta enfermedad tienen que lidiar en su día a día con el rechazo social y la estigmatización.  

Una persona con obesidad, a ojos de la sociedad, es vaga e insaciable y carece de fuerza de voluntad y de autodisciplina. Dichos argumentos se basan en la creencia social que sostiene que la obesidad es una enfermedad provocada por el propio individuo que la padece.

Estas opiniones, muy extendidas, no tienen en cuenta pruebas científicas, globalmente aceptadas, que demuestran que la obesidad es una enfermedad crónica con múltiples factores que la ocasionan: genéticos, ambientales, psicológicos, endocrinos, neurales, políticos, económicos y de estilo de vida.

Es por ello que muchas activistas contra la gordofobia, algunas de ellas con un gran número de seguidores, suelen recibir ataques y descalificaciones en las redes sociales por parte de usuarios que las acusan de querer normalizar la obesidad fomentando comportamientos que llevan a un aumento de peso.

Este debate se avivó recientemente a raíz de la polémica generada durante la presentación de un libro de la activista contra la gordofobia y actriz Mara Jiménez, conocida como @croquetamente_ en Instagram, que terminó con la expulsión de una persona del público a petición de la autora.

La publicación en redes sociales del vídeo de este episodio, cortado y presentado como parte de una charla de la activista a favor de la obesidad, se viralizó y encendió el debate.

Con un poco de perspectiva, una vez las aguas ya han vuelto a su cauce, en Demos el PASO hemos querido hacernos la pregunta: ¿Querer normalizar la obesidad es fomentarla? 

Si quieres saber la respuesta, lee hasta el final.

#1 La chispa que encendió la polémica

En el marco de la gira de promoción de su libro Más yo que nunca. Trazando el mapa para volver a ti, publicado por Ediciones B, su autora, Mara Jiménez, acudió a uno de los centros comerciales de FNAC en Madrid.  

Acompañada del psicólogo Adrián Gimeno, autor del prólogo del libro, la presentación transcurrió por los cauces habituales hasta que se abrió el turno de preguntas entre los asistentes.

Fue entonces cuando una de las personas del público, que iba acompañada por un cámara que grabó todo el acto, interpeló a la autora con varias preguntas. “Cuál es tu opinión respecto a la preocupación de los expertos por la obesidad infantil” o “por qué se cierran cuentas que incentivan la anorexia y no las que fomentan la obesidad” fueron algunas de ellas.

Estas preguntas y sus respuestas no aparecen en el vídeo subido en redes que se hizo viral, de apenas 22 segundos, en el que se puede ver a Jiménez preguntando a esta persona si propone alguna solución para la obesidad, a lo que él contesta “dieta estricta y ejercicio”.

A continuación, se escuchan risas entre los asistentes y la autora dice “a tomar por culo, hombre”. Es entonces cuando Jiménez pide a “los compañeros del FNAC” que busquen a alguien de seguridad para que le echen, puesto que considera el momento “vergonzoso”.

Este vídeo se subió a YouTube unos días después de la presentación del libro y, a partir de ahí, saltó a otras redes sociales. Presentado como una charla a favor de la obesidad, los comentarios de los usuarios se sucedieron en cascada y las críticas, las mofas y los insultos hacia Mara Jiménez fueron predominantes.

Posteriormente, la propia Mara Jiménez, en una publicación en Instagram, subió la grabación de algunas de las partes del acto que fueron ignoradas en el vídeo que se viralizó.

#2 Normalización como forma de dignificación

Mara Jiménez no se cansa de repetir que “no se puede no normalizar algo que existe”, en referencia a las personas con obesidad. Para ella, normalizar la obesidad no significa fomentarla, es decir, promover comportamientos insanos.

Nada más lejos de la realidad.

El objetivo de la normalización es que las personas con obesidad, más allá de ser vistas como individuos “con una patología andante”, sean respetadas y reciban un trato digno. Y que antes de juzgarlas, se tengan en cuenta los múltiples factores que pueden haber contribuido a su apariencia física.  

Se trata de aceptar y reconocer que existen diferentes tipos de cuerpos y apariencias físicas y que todos ellos, más allá de cómo sean, no tienen que ser estigmatizados ni discriminados.  

Normalizar la obesidad supone dar por sentado que las personas con obesidad existen y seguirán existiendo.

Que estas personas puedan sentarse sin problemas en un autobús.

Que el médico no les diga que adelgacen antes de preguntarles qué les pasa.

Que no las miren mal por la calle.

Que no se juzgue su salud sin conocerlas ni saber si están sanas.

Que no se sientan observadas cuando comen en un restaurante.

Que no tengan que oír comentarios sobre su aspecto.

Que para ellas no sea una odisea encontrar ropa de su talla en las tiendas.  

Pero la estigmatización de las personas con obesidad está tan arraigada en la sociedad que cualquier comentario sobre su normalización es visto como un intento de incentivar comportamientos, estilos de vida o hábitos que conllevan un aumento de peso insalubre.  

Por ello, cuando algunas marcas de ropa han incorporado a modelos de tallas grandes en los desfiles y en la publicidad, a menudo se las ha acusado de hacer apología de la obesidad.  

Tal fue el caso de la presentadora de televisión y actriz Adriana Abenia, que, a través de su perfil de Instagram, criticó un anuncio de bañadores de Roxy por utilizar a modelos con cuerpos diversos.

«Una mujer puede ser preciosa y verse bonita tenga una S o una XL, pero defender y hacer apología de enfermedades como la obesidad me parece peligroso», señaló Abenia.  

La presentadora concluyó que «la obesidad acarrea problemas como diabetes, accidentes cerebrovasculares, cáncer, hipertensión. Por supuesto que las personas que sufren esta enfermedad tienen derecho a vestirse, pero que no sirva como ejemplo estético para otras mujeres».

Publicación de Adriana Abenia en Instagram

#3 Normalizar la obesidad no es incentivarla

Más allá de las polémicas surgidas a raíz de la “accidentada” presentación del libro de Mara Jiménez y del vídeo “manipulado” con que se viralizó, o de las críticas a la presencia de modelos de tallas grandes en una campaña publicitaria de unos bañadores, lo cierto es que las personas con obesidad existen y es normal que luchen por sus derechos.  

La normalización de la obesidad es para las activistas contra la gordofobia un paso imprescindible en su lucha por lograr que las personas que sufren esta enfermedad sean tratadas con respeto y dignidad.  

Pero la palabra normalizar en referencia a la obesidad lleva a equívocos y confunde a muchas personas, que pueden pensar que querer normalizar la obesidad significa convertir en normales conductas y hábitos perniciosos que generan enfermedad.

Tras todo lo expuesto en este artículo, está claro que la voluntad de las activistas contra la gordofobia cuando utilizan el término normalización no es fomentar o hacer apología de la obesidad.  

Pero, como el lenguaje tiene muchos matices, quizás existen otras formas más claras de expresar esta voluntad y que no llevan a confusión, como, por ejemplo, visibilizar, utilizado en sentido metafórico como sinónimo de hacer visible o hacer patente, o dar visibilidad a la obesidad.  

Si has llegado hasta aquí, te agradecemos tu interés y te invitamos a dejarnos tu opinión en los comentarios.

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