Tinder, Bumble, Badoo, Meetic, Grindr, Ourtime… Estas son solo algunas de las aplicaciones de citas que existen hoy en día y que han revolucionado el modo en el que se busca encontrar pareja, ligar o mantener relaciones sexuales.
En el caso de Tinder, la app de citas más popular y con más usuarios, basta con descargarse la aplicación, iniciar sesión, crearse un perfil, que incluye fotos, una breve biografía y detalles como la edad y la ubicación, para tener al alcance de la mano la posibilidad de entablar una relación con algunas de los miles de personas que utilizan la aplicación. Tinder utiliza un sistema de “swipe” (desplazamiento) para mostrar perfiles de otras personas. Si te gusta alguien, deslizas hacia la derecha para dar “like”; si no estás interesado, deslizas hacia la izquierda. Si ambos usuarios se deslizan hacia la derecha en los perfiles del otro, tiene lugar el tan deseado “match” y se abre la posibilidad de chatear con la otra persona.
Se trata de un escaparate en donde las personas se ven expuestas y juzgadas muchas veces solo por una imagen, y ello, según algunos expertos, puede provocar ansiedad y problemas de autoestima por la necesidad de gustar solo por la apariencia y de no ser rechazado.
Todo ello puede favorecer, en algunos casos, el desarrollo de un trastorno de alimentación, tal y como revela un estudio de la Escuela de Salud Pública de Harvard, El uso de aplicaciones de citas y conductas poco saludables de control de peso entre una muestra de adultos estadounidenses, que concluye que las personas que utilizan apps como Tinder son más proclives a poner en riesgo su salud con tal de adelgazar y encajar en el prototipo de belleza imperante.
#1 Uso de apps de citas y conductas poco saludables
En dicho estudio de Harvard, realizado entre más de 1.700 personas, se analiza la asociación transversal entre el uso de las aplicaciones de citas y seis conductas de control de peso poco saludables: el ayuno, la ingesta de pastillas para adelgazar, el uso de laxantes, los vómitos autoinducidos, el consumo de suplementos para el desarrollo muscular y el empleo de esteroides anabólicos.
Los resultados revelan que, entre los participantes que utilizaban aplicaciones de citas, el 44,8 % de las mujeres y el 54,1 % reconocieron haber ayunado para adelgazar; el 22,4 % de las mujeres y el 36,4 % de los hombres afirmaron haberse provocado el vómito en alguna ocasión, y el 24 % de las mujeres y el 41,1 % de los hombres reconocieron haber recurrido a laxantes para controlar el peso.
En menor medida, también hubo quien confesó haber ingerido pastillas para adelgazar y anabolizantes para adquirir volumen.
Para los hombres, el ideal de belleza dominante es el de un cuerpo musculado y con poca grasa. Para las mujeres, la norma social idealizada es la de un cuerpo delgado. Estas imágenes, en su mayoría inalcanzables y poco realistas, pueden terminar generando insatisfacción corporal y conducir a conductas de control de peso poco saludables.
La conclusión de todo ello, siempre según el citado estudio, es que las personas que utilizan aplicaciones de citas tienen entre 2,7 a 16,2 veces más probabilidades de desarrollar un trastorno de alimentación que las que no son usuarias de estas herramientas para encontrar pareja o ligar.
#2 Riesgos de las apps de citas
A la hora de analizar la aceptación o el rechazo en cuestión de segundos a través del “swipe” en las aplicaciones de citas, que puede favorecer la comparación con otras personas y el aumento de los niveles de insatisfacción con el propio cuerpo, hay que tener en cuenta los aspectos siguientes:
- Presión estética. Las aplicaciones de citas se basan en la apariencia física y la primera impresión. Este factor puede incrementar la presión estética y generar una preocupación excesiva por la imagen corporal, sobre todo si las personas sienten que deben cumplir con estándares de belleza poco realistas para ser consideradas atractivas.
- Comparación social. El uso de aplicaciones de citas puede hacer que algunos usuarios comparen sus perfiles, sobre todo las imágenes, con los de otras personas. Esto puede aumentar la ansiedad y la insatisfacción corporal, factores que a veces están relacionados con los trastornos alimentarios.
- Comentarios y rechazos. Las interacciones en las aplicaciones de citas suelen ser impersonales y basarse en la apariencia. El hecho de recibir comentarios negativos o de afrontar rechazos puede afectar a la autoestima y contribuir al desarrollo o exacerbación de problemas de salud mental, incluidos los trastornos alimentarios.
- Enfoque en la aprobación externa. Según la importancia que una persona le dé a su éxito en las aplicaciones de citas, puede haber una mayor dependencia de la aprobación externa. Esto podría afectar negativamente a la salud mental y a la percepción de uno mismo y favorecer los trastornos alimentarios.
- Énfasis en la delgadez. Algunas aplicaciones de citas pueden reforzar los estereotipos de belleza basados en la delgadez y tener un impacto negativo en personas proclives a sufrir trastornos alimentarios.
#3 Guía de buenas prácticas de Tinder
Tinder es consciente de que su aplicación puede afectar a la autoestima relacionada con el aspecto físico y la salud mental de algunos de sus usuarios. Es por eso que, junto a Somos Estupendas, una plataforma de salud y bienestar emocional, organizó un taller gratuito para sus usuarios, Match Care, en el que se habló de los límites y las buenas prácticas a la hora de establecer relaciones seguras y sanas.
El denominado Manual del amor propio by Tinder, surgido de este taller, recoge 7 “mandamientos” para lograr crear conexiones auténticas en la app priorizando la salud mental e independientemente de si se tiene o no un cuerpo “normativo”:
1. Construyo una relación sana conmigo mismo.
2. Aunque no sé lo que quiero, sé exactamente lo que no quiero.
3. Consiento, luego existo.
4. Me pongo mis propios límites.
5. No tengo miedo a comunicarme.
6. Reconozco (y rechazo) las “banderas rojas” o señales de alerta (falta de información, fotos poco claras, textos sexistas o racistas…).
7. Abrazo las “banderas verdes” o conductas que indican que una persona es buena para mí.
Los expertos señalan que cuando alguien se embarca en el mundo de las apps de citas tiene que preguntarse, ante todo, qué siente, qué quiere y cuáles son sus límites. Y también si está preparado para aceptar emociones que tienen que ver con el rechazo. Ello le ayudará a tener más seguridad en sí mismo antes de adentrarse en el mundo de las aplicaciones de citas.
Hay que mostrarse tal y como uno es, no mentir sobre la edad y usar fotos auténticas, de cara y de cuerpo entero, sin filtros ni retoques, puesto que la naturalidad es lo que más se valora. Si se aparenta ser alguien que no se es, se corre el riesgo de ser descubierto, se reducen las probabilidades de éxito y se puede sufrir la expulsión de la aplicación de citas.
#4 Un buen recurso si se usa de forma saludable
Como toda en la vida, las aplicaciones de citas son una buena herramienta si uno tiene claro lo que quiere y la utiliza de forma saludable. Son muchísimas las personas que le han sacado partido, ya sea encontrando una pareja estable o a alguien con quien mantener un encuentro esporádico.
Sin embargo, para aquellas personas que tienen una relación problemática con su imagen corporal o que son proclives a sufrir trastornos alimentarios, el uso de estas aplicaciones puede representar un desafío adicional para su bienestar emocional y mental.
Por todo ello, nuestra recomendación es que, si alguien se encuentra en esta segunda situación, es fundamental que, antes de introducirse en el mundo de las aplicaciones de citas, busque apoyo profesional.
Me ha encantado!!!