Bailarina con cuerpo de talla grande se mira al espejo

‘Reflect’, el corto de Disney que pone la dismorfia corporal ante el espejo

En el catálogo de Disney, la gran productora de películas de dibujos animados, las protagonistas femeninas lucen un físico que cumple a la perfección con los cánones de belleza establecidos: figuras esbeltas, proporciones ideales, rasgos femeninos, hermosura que rebosa por todos los poros, delicadeza extrema.

Son ejemplo de ello personajes de clásicos de la animación como Cenicienta, Blancanieves, la Sirenita o Pocahontas; cierto es que cada una de ellas se presenta con sus propias características, pero también que todas parecen sacadas de un concurso de Miss Universo.

Por todo ello es una gran noticia que la productora que fundó Walt Disney haya presentado Reflect, un cortometraje protagonizado por una niña con un cuerpo de talla grande que quiere dedicarse al ballet clásico y que sufre un trastorno que se conoce como dismorfia corporal.

Aunque el corto, dirigido por Hillary Bradfield, una especialista de la animación que ha participado en películas como Frozen 2Encanto y Avatar: el sentido del agua, es solo un proyecto más con el que Disney experimenta con nuevos temas y formatos, la repercusión que ha tenido su presentación ha sido enorme sobre todo gracias a las redes sociales.

En Demos el PASO nos alegramos de que una productora como Disney, cuyas películas y series hacen las delicias de millones de niñas y niños y de adolescentes en todo el mundo, dé visibilidad a personas que no tienen “cuerpos normativos” y contribuya a poner de relieve los problemas que acarrea vivir con un físico que no cumple con los cánones establecidos.

En el caso de Bianca, la niña protagonista de Reflect, lo que la atormenta es la imagen de su cuerpo que ve reflejada en el espejo de la sala donde ejecuta sus pases de baile. Una obsesión que no la deja vivir tranquila y que en el campo de la psicología tiene nombre y apellidos: dismorfia corporal

Pero… ¿qué es exactamente la dismorfia corporal?

¿Cuáles son sus principales síntomas?

¿Cómo se puede tratar?

A partir del personaje de Bianca, acto seguido te damos algunas claves para saber más sobre este trastorno cada vez más presente en la sociedad de la imagen y del culto al cuerpo. Nuestro objetivo es que, tras leerlo, tengas las herramientas necesarias para detectar señales de alarma en tu entorno y, si se da el caso, proceder a poner el caso en manos de profesionales.

#1 ¿Qué es la dismorfia corporal?

El ballet clásico es una disciplina cuya ejecución requiere de la máxima perfección. Por ello, Hillary Bradfield, directora de Reflect, escogió el ballet para explicar la dismorfia corporal a los niños: “Ver la historia desde la perspectiva de una bailarina me pareció lo adecuado porque parte de su trabajo es observar la postura y corregirla frente al espejo. Es un entorno en el que la protagonista tiene que mirarse aunque no quiera”.

Rodeada de espejos y de niñas y niños con un cuerpo “más normativo”, Bianca se siente insegura cuando tiene que mirarse al espejo para corregir la postura mientras hace un paso de ballet. Esta incomodidad con la imagen que le devuelve el espejo es lo que en psicología se denomina dismorfia corporal o trastorno dismórfico corporal (TDC).

Se trata, pues, de un trastorno obsesivo-compulsivo relacionado con la percepción que una persona tiene de su propia imagen física, es decir, de un complejo, que puede ser real o imaginario, pero que, en cualquier caso, la persona que sufre dismorfia corporal tiende a magnificar.

En el caso de Bianca, el “defecto” físico que la obsesiona es el tamaño de su cuerpo, pero puede darse el caso de que el origen de la incomodidad sea cualquier otro, como, por ejemplo, el tamaño de los pechos, de las nalgas, de la nariz o de las orejas, las marcas vasculares, el acné, las arrugas, el vello facial o corporal, la falta de musculatura…

#2 ¿Cuándo hay que preocuparse?

En una sociedad como la actual, en la que la imagen es primordial, los complejos que todas las personas tenemos sobre alguna parte de nuestro cuerpo con la que no nos sentimos satisfechos se acentúan.

Más aún en edades tempranas, en la que los motes y los comentarios de algunos compañeros y compañeras de colegio no ayudan: “cuatro ojos”, “Dumbo”, “Pinocho”, “foca”, “ballena”…

Como ya hemos visto, esto puede hacer que la persona afectada desarrolle una autopercepción distorsionada de la propia imagen y que un pequeño defecto, ya sea real o imaginario, sea percibido como una alteración muy grave.

Cuando estas personas se obsesionan con esas imperfecciones y llegan por ello incluso a desarrollar cuadros de ansiedad, entonces hay que preocuparse.

Son síntomas de esta ansiedad el hecho de no poder evitar fijarse constantemente en ese rasgo que les incomoda, la angustia que les genera la creencia de que los demás también lo perciben como un defecto o la activación de todo tipo de intentos o tretas para ocultar o corregir ese rasgo, incluyendo la cirugía estética.

En el caso de Bianca, la aspirante a bailarina de Reflect, su creadora, teniendo en cuenta que es un cortometraje dirigido a un público infantil, planteó una escena que por sí sola pone de manifiesto la angustia que genera a la niña el hecho de ver su cuerpo reflejado en el espejo: en un momento de la clase de ballet en la que participa, Bianca se mira en el espejo con tristeza hasta que ese reflejo se rompe como metáfora de lo rota que está por dentro.

@sarahineorzea

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♬ After LIKE – Short Ver. – IVE

Signos de alerta

Estos son algunos de los comportamientos que suelen observarse en personas que sufren dismorfia corporal:

  • Camuflarse para disimular el supuesto defecto.
  • Compararse con los demás de forma constante.
  • Revisar el aspecto físico delante de un espejo con mucha frecuencia.
  • Hurgarse la piel.
  • Dedicarse al aseo personal con demasiado esmero y en repetidas ocasiones.
  • Hacer ejercicio de forma compulsiva.
  • Cambiarse de ropa en numerosas ocasiones durante un mismo día.
  • Broncearse en exceso.
  • Ir de compras muy a menudo.
  • Someterse a una operación de cirugía plástica y, a pesar de ello, no sentirse satisfecho con el resultado.

#3 Los filtros y los selfies como síntoma

Aunque cualquier persona puede desarrollar este trastorno, se calcula que la dismorfia corporal afecta a 1 de cada 50 individuos, según los datos aportados por Amanda Perkins, profesora de enfermería en Vermont Tech, en un artículo publicado en la revista Nursing en el año 2019.

Entre este porcentaje de personas que, como Bianca en Reflect, tienen una percepción distorsionada de su propia imagen y pueden desarrollar un cuadro de ansiedad hay sin duda un gran número de adolescentes.

El auge de las redes sociales, el postureo, los selfies y los likes han contribuido a incrementar este trastorno, en especial entre personas que se encuentran en esta franja de edad. La mayoría de jóvenes tienen un perfil digital muy activo, están acostumbrados a interactuar a través de pantallas y suelen utilizar filtros transformadores, con los que consiguen, por ejemplo, crearse una imagen más tersa, unificada y luminosa del rostro. Ello puede hacer que estos adolescentes deseen incorporar a su aspecto físico real esa imagen virtual que se han creado y que tanto les satisface.

De hecho, en el artículo publicado en la revista Nursing anteriormente citado, que se publicó a finales del año 2019, cuando triunfaba Snapchat, una aplicación móvil que permite mandar vídeos o fotos que se borran al cabo de 24 horas, se habla de un fenómeno que algunos especialistas denominaron en su momento dismorfia de Snapchat.

Dicho fenómeno, que hoy en día también podría aplicarse a las aplicaciones de móvil más de moda, consistía en la voluntad de algunas personas de someterse a operaciones estéticas para trasladar los filtros de Snapchat a su imagen real. De tal modo que acudían a la consulta de cirugía estética con selfies muy editadas, gracias a la aplicación de filtros, y pedían al cirujano que les diera el aspecto de la selfie.

#4 ¿Cuál es el tratamiento?

En un cuadro de trastorno de dismorfia, la persona está convencida de que su problema es físico y suele acudir a especialistas de estética, dermatólogos o dentistas en lugar de visitar la consulta de un psicólogo. Al no tratar el origen real del problema, estas personas no consiguen superar su complejo por muchos tratamientos de estética, retoques o intervenciones quirúrgicas a las que se sometan, lo que les genera más insatisfacción y frustración.

Es muy importante, pues, que, desde el propio entorno de esta persona, se tengan las herramientas necesarias para detectar posibles señales de alarma y ayudarla para que acuda al profesional adecuado.

En cuanto al tratamiento, como es lógico dependerá del paciente, de los síntomas que presente y de las consecuencias de estos.  En general, los expertos recurren al uso de terapias cognitivo-conductuales con el objetivo de que el paciente reconozca los pensamientos poco saludables y logre cambiarlos.

En algunos casos puede ser necesaria la prescripción de ansiolíticos y antidepresivos, pero en cualquier caso siempre deberá ser un facultativo el que analice el caso y decida el tratamiento a seguir.

#5 ¿Bianca, la primera heroína de talla grande?

Reflect, que tiene una duración de dos minutos, está disponible de forma íntegra en la plataforma de Disney+. Se trata de una gran oportunidad para concienciar a los niños y niñas sobre aspectos como la importancia excesiva de la imagen física en nuestra sociedad, la identidad personal y la autoestima. Por ello, es muy recomendable verlo en familia.

La apuesta de Disney por una temática como esta, sin embargo, no debe caer en saco roto. Lo cierto es que el corto forma parte del laboratorio de ideas de la plataforma norteamericana y es poco probable que tenga recorrido más allá de su estreno y su presencia en el catálogo de la compañía.

A pesar de que las imágenes promocionales del corto tuvieron una enorme difusión en las redes sociales, al encontrar una multitud de usuarios que empatizaban y se veían reflejados en Bianca, falta dar el paso definitivo que sitúe a personajes como Bianca a la misma altura que, por ejemplo, Cenicienta, Blancanieves, la Sirenita o Pocahontas.

¿Para cuándo una película de dibujos animados que tenga como protagonista a un personaje con un cuerpo de talla grande?

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