Turquía se ha especializado en los últimos años en el denominado turismo sanitario, que atrae a numerosas personas extranjeras que desean recibir tratamiento médico o quirúrgico en este país.
Entre estos tratamientos se encuentran los implantes capilares, las operaciones de estética y también las intervenciones de reducción de estómago,
La inasumible lista de espera para la cirugía bariátrica que existe en la mayoría de los hospitales públicos en España y el hecho de que someterse a este tipo de cirugía en Turquía es casi tres veces más económico que en nuestro país son las razones principales por las que muchos españoles optan por viajar allí para operarse.
Ante esta situación y el aumento de las consultas de pacientes tras haberse operado en Turquía, tanto el Ministerio de Exteriores como las principales sociedades científicas relacionadas con el tratamiento de la obesidad han advertido de los peligros de someterse a tratamientos e intervenciones estéticas en este país.
Conscientes de la gravedad del asunto, en Demos el PASO hemos recopilado todos los datos para dar a nuestros lectores una información de servicio que esperemos sea de gran utilidad.
#1 Internet, el mejor aliado
Basta escribir en cualquier buscador “cirugía bariátrica precio” para ver cómo algunas clínicas turcas se cuelan entre las primeras posiciones, la mayoría de veces por medio de enlaces patrocinados, es decir, mediante pago.
Gracias a los enlaces patrocinados, las clínicas turcas se encaraman en las primeras posiciones en cualquier buscador.
Estos centros, que garantizan resultados a precios muy por debajo de las clínicas privadas españolas, ofrecen toda la información en castellano y todo tipo de facilidades para captar la atención de los potenciales clientes.
Las personas interesadas solo tienen que rellenar un cuestionario con algunos datos personales, como la edad, la altura, el peso, problemas de salud o intervenciones anteriores, para que el proceso se ponga en marcha. En algunos casos, se solicitan determinadas pruebas que el paciente puede realizar en España y enviar a Turquía o someterse a ellas una vez esté allí.
Como si de un viaje de placer se tratara, las clínicas turcas venden sus paquetes ofreciendo todo tipo de servicios.
Los pasos siguientes se llevan a cabo de forma rápida: se fija una fecha para que el paciente coja un vuelo, se le cita a la clínica a una hora en concreto, se le realiza un análisis básico, se le somete a la intervención y, a los pocos días, el paciente se sube de nuevo a un avión para regresar a España.
#2 El precio como anzuelo
Según datos de la consejería de turismo de la embajada de Turquía en Madrid, cerca de 350.000 turistas españoles visitaron Turquía en 2022. Se desconoce cuántas de estas personas pasaron por clínicas turcas para someterse a intervenciones para adelgazar, pero no es difícil deducir que fueron unas cuantas dado que en los últimos años Turquía se ha convertido en uno de los destinos preferidos por el turismo sanitario.
Las largas listas de espera para operarse en la sanidad pública española y los elevados precios de la sanidad privada son los principales motivos por los que algunas personas deciden ir a operarse a Turquía.
Un simple rastreo por la red nos permite conocer, por ejemplo, que en Turquía una manga gástrica cuesta 2.500 euros y un bypass 3.000. Estos precios incluyen las pruebas médicas previas, la medicación, un traductor, el traslado desde el aeropuerto al hospital y la manutención durante seis días en una habitación individual para el paciente y el acompañante.
En España, el coste de estas operaciones en la sanidad privada va desde los 12.000 hasta los 15.000 euros, es decir, tres veces más de lo que cuesta en Turquía.
#3 La alerta de las autoridades
Según expertos conocedores de la sanidad en Turquía, el problema de estas intervenciones no es tanto la calidad de la operación como el seguimiento posterior. Los seguros de salud estatales y privados no cubren la cirugía bariátrica ni los servicios anteriores y posteriores a la operación, así que, con el dinero del bolsillo del paciente, se pueden pasar por alto las reglas y actuar con más independencia.
La mayoría de problemas se producen una vez el paciente, recién intervenido, está de vuelta en España. Como no hay un seguimiento médico más allá de una pauta escrita con recomendaciones sobre comidas y medicación, muchos pacientes acuden a consultas médicas de nuestro país para que les cubran estas necesidades.
Pero tal y como advierten la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO), la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad (SECO), atender a estos pacientes con garantías resulta muy complicado. La razón principal es que la cirugía bariátrica requiere de un seguimiento de por vida realizado por un equipo multidisciplinar que conozca la cirugía realizada y el tipo de seguimiento adecuado en cada caso.
Dichas sociedades científicas, en un comunicado emitido de forma conjunta, desaconsejan con firmeza el turismo sanitario y, en concreto, el relacionado con la cirugía de la obesidad, con el objetivo final de salvaguardar la salud de las personas y evitar complicaciones.
Además, solicitan a las autoridades competentes regular el acceso a este tipo de intervenciones y poner los medios para que la cirugía de la obesidad sea considerada prioritaria.
Por su parte, el Ministerio de Exteriores del Gobierno de España advierte en su página web a todas aquellas personas que estén considerando recibir tratamiento en Turquía que analicen con cuidado tanto a los establecimientos como a los facultativos que vayan a realizar la operación. También pide a los ciudadanos que sean conscientes de que las agencias que ofrecen este tipo de servicios lo hacen por interés económico, por lo que han de valorarlas con ese pensamiento muy presente.
El Ministerio de Exteriores incluso va más allá e informa de que les consta que en los últimos tiempos varios ciudadanos españoles han fallecido como consecuencia de haberse sometido a intervenciones quirúrgicas de tipo cosmético en Turquía, y que otros tantos sufren graves secuelas. También asegura que otras embajadas de países cercanos informan a menudo de experiencias parecidas.
Por todo ello, recomienda que, en caso de viajar a Turquía para someterse a un tratamiento de este tipo, se tenga la máxima precaución y se compruebe el nivel de calidad del centro y los facultativos elegidos.