Uno observa el Discóbolo de Mirón, una de las esculturas más relevantes del legado artístico de la Grecia clásica, y no deja de admirarse por la perfección de la figura del deportista que se dispone a lanzar el disco.
El atleta representado por Mirón encarna el ideal de belleza de la época clásica en el ámbito del deporte y no se aleja demasiado de los cánones actuales, no solo en lo que se refiere a las disciplinas deportivas, sino también a la sociedad en general.
Pero en el mundo del deporte de hoy en día no todos los deportistas cumplen con estos estándares de belleza. Sin ir más lejos, los propios lanzadores de disco suelen ser atletas que destacan por su gran corpulencia.
Algo que ocurre también, por ejemplo, con los levantadores de peso, algunos jugadores de rugby o de fútbol americano, los boxeadores que compiten en la categoría de peso pesado o los luchadores de sumo.
Por eso, en otras disciplinas en las que la fuerza no es tan importante, como en el fútbol, el baloncesto, el golf o la gimnasia, cuando un deportista no cumple con estos cánones, se le acusa de baja forma física y las redes sociales se ceban con él.
En Demos el PASO nos hemos enfundado el chándal y nos hemos calzado las zapatillas deportivas para traeros la historia de cinco grandes deportistas, nunca mejor dicho, que han triunfado a pesar de no tener un cuerpo normativo.
Atento al pistoletazo de salida porque esto empieza a la de 3, 2, 1… ¡ya!
¿Llegarás a la meta?
Hemos dejado para el final a una deportista muy especial.
#1 Jon Rahm, el golfista que se sobrepuso a una anomalía congénita
Este golfista vasco, digno heredero de Severiano Ballesteros, se enfundó, en abril de 2023, la chaqueta verde con la que se visten los ganadores del Masters de Augusta, uno de los torneos más prestigiosos del golf mundial.
Pero, a pesar de ser el primer golfista europeo que atesora en su palmarés el Masters de Augusta y el US Open, además de una larga lista de logros, Jon Rahm no ha podido evitar las críticas por su forma física.
Aunque el golf pueda parecer un deporte elitista y poco exigente físicamente, para triunfar, según los expertos, es necesario tener equilibrio, flexibilidad, coordinación y resistencia. En este sentido, en un torneo como el Masters de Augusta los golfistas llegan a andar más de 32 kilómetros en cuatro días.
Ante las críticas por el estado físico de Rahm, el portal digital especializado en deportes Relevo elaboró un vídeo en el que explica el trabajo físico que ha tenido que realizar el golfista vasco para llegar a la élite mundial del golf.
Un trabajo físico muy enfocado a superar la anomalía congénita con la que nació Rahm, conocida como pie zambo, es decir, con el pie girado 90° hacia adentro, lo que le obligó a pasar por el quirófano nada más nacer y a vivir una infancia con algunas limitaciones.
Pero su pasión por el golf hizo que superara todas las dificultades y adaptara su forma de golpear la bola a sus condiciones físicas.
Si a todo ello añadimos la fortaleza física y el carácter ganador de Jon Rahm, podremos entender mejor el porqué de su éxito.
#2 Ronaldo Nazario, el campeón del mundo al que llamaban “gordo”
Jugador de fútbol en las décadas de 1990 y 2000, Ronaldo Nazario, actual propietario y presidente del Valladolid Club de Fútbol, sobresalió como delantero en equipos como el FC Barcelona, el Inter de Milán, el Real Madrid y el AC Milan y en la selección de Brasil, con la que ganó dos veces el Campeonato del Mundo.
Poseedor de dos Balones de Oro, el delantero brasileño se vio obligado a colgar las botas a los 34 años al ser diagnosticado de hipotiroidismo. El goleador lo explicó en estos términos: “Hace cuatro años, en el Milan, descubrí que sufría de hipotiroidismo, un trastorno que desacelera el metabolismo. Para controlarlo tenía que tomar hormonas que no están permitidas en el fútbol porque se trataría de dopaje”.
En referencia a los numerosos memes y burlas que sufrió a causa de su estado físico en la recta final de su etapa como futbolista, Ronaldo afirmó: “Hay mucha gente que debería de estar arrepentida por haber bromeado con mi peso, pero no guardo rencor a nadie. Solo quería explicarlo en el último día de mi carrera”.
Ya alejado de los terrenos de juego, Ronaldo ha hablado a menudo sobre su tendencia a engordar a causa del hipotiroidismo que sufre. El que fuera apodado “El Fenómeno” manifestó, en referencia al final de su carrera: “No recuerdo que nadie me defendiera cuando me llamaban gordo”.
#3 Alexa Moreno, la gimnasta que combatió el ciberacoso y se convirtió en un icono artístico
Esta gimnasta mexicana se dio a conocer en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016. Ataviada con un traje verde esmeralda, Alexa Moreno mostró al mundo sus habilidades para suspenderse en el aire y realizar piruetas, lo que la llevó a competir con las mejores gimnastas del planeta.
La competitividad y el buen hacer de Moreno, sin embargo, no fueron suficientes para muchos de sus compatriotas, que la criticaron con dureza por su aspecto y complexión en las redes sociales.
Pero lejos de hundirse, Alexa adoptó, ante las críticas y los insultos, una postura muy despreocupada, asegurando que ese tipo de comentarios le entraban por un oído y le salían por el otro.
“Eso no fue algo que yo esperara que sucediera, pero los comentarios negativos no fueron relevantes”, afirmó Moreno. La gimnasta mexicana rehuyó los comentarios ofensivos y se centró en los numerosos mensajes de apoyo recibidos: “Es sorprendente que mucha gente de muchos lugares me haya apoyado”.
El ciberacoso a la gimnasta mexicana tuvo su justa respuesta cuando un grupo de artistas compatriotas de la atleta decidieron tomar partido por ella de una forma mucho más creativa que los lamentables tuits. El resultado fueron una serie de ilustraciones donde se resaltaba la belleza y la armonía en la línea y las poses de Alexa durante sus ejercicios.
Moreno demostró su talento y sus dotes como gimnasta al ganar la medalla de bronce en el Mundial de Gimnasia de 2018, que tuvo lugar en Doha. La mexicana, que compartió podio con Simone Biles y Shallon Olsen, se convirtió así en la primera gimnasta en ganar una medalla para México en este deporte, al mismo tiempo que cerraba muchas bocas.
#4 Marc Gasol, el baloncestista que encontró la estabilidad física y ganó un anillo en la NBA
Cuando los hermanos Gasol hacían de las suyas en las canchas de baloncesto, Andrés Montes, comentarista histórico de este deporte, gritaba: “¡Son las alcachofas de Sant Boi!”. El locutor ya fallecido hacía referencia al producto típico de esta población catalana, lugar de nacimiento de los Gasol, para explicar la magia del juego de los hermanos.
Seguro que Marc Gasol, como su hermano Pau, comió muchas alcachofas en su infancia, pero, a pesar de que este alimento tiene muchas propiedades, su consumo no explica la fortaleza física y mental, ni las capacidades técnicas, de estos dos campeones de la mejor liga de baloncesto del mundo: la NBA.
No debió de ser fácil para Marc, menor que su hermano, vivir a la sombra de Pau, cuya eclosión en el mundo del baloncesto, como jugador del FC Barcelona, fue apoteósica.
Pero es que, además, Marc sufrió un problema adicional: su tendencia a coger peso. Llegó a superar los 140 kilos. Y aun así triunfó en su etapa colegial con el Lausanne Collegiate School de Memphis, donde algunos le apodaban The Big Burrito, y en España, la Tanqueta.
Muy maduro por su edad, Marc Gasol, con 18 años, rechazó las ofertas de varias universidades, dejó a su familia en Memphis y regresó para pulir su juego en el filial del FC Barcelona.
Por entonces ya había empezado a combatir su sobrepeso en un proceso en el que acabó perdiendo unos 30 kilos. “Tuve estabilidad física y emocional. Cambié pequeñas cosas y me ordené. No estaba a gusto conmigo mismo. Cambié hábitos, me fui quitando cosas y hasta hoy”, explicó en una entrevista.
A partir de aquí, la historia ya es conocida: campeón del mundo con la selección española y campeón de la NBA con los Toronto Raptors, entre otros muchos logros.
Todavía en activo en el Girona, club del que también es presidente, en 2013 fundó, junto a su hermano Pau, la Gasol Foundation, una entidad que tiene como objetivo promover hábitos de vida saludables entre los menores y sus familias y ayudar a construir una sociedad más fuerte y sana.
#5 Jessamyn Stanley, la yogui que desafió su cuerpo con posturas imposibles
Aunque el yoga no se considera un deporte, hemos decidido cerrar esta lista con una profesora de esta disciplina en la que se practica ejercicio físico mediante diferentes posturas. Se trata de Jessamyn Stanley, promotora del empoderamiento y defensora del positivismo corporal, que tiene un gran número de seguidores en todo el mundo.
El reconocimiento de Stanley es tal que en 2022 fue una de las elegidas por Adidas para protagonizar la campaña Impossible is Nothing, que promovía una nueva línea de ropa deportiva que incluía tallaje inclusivo para cualquier mujer deportista.
“Soy Jessamyn Stanley. Me han dicho que no me veo como una atleta, pero están completamente equivocados. Mi cuerpo es flexible y poderoso y me he dado cuenta de que, cuanto más lo enseño, más fuerza les doy a otros. ¿Así que quién me va a decir que no soy una atleta? Mi historia no es imposible, porque yo soy posible”, contaba la yogui en el vídeo de la campaña.
A pesar de su amplia experiencia en el mundo del yoga y de haber impresionado con su flexibilidad, son muchas las personas que la han atacado a través de las redes sociales por su cuerpo, al considerar que no corresponde a lo que debería ser una mujer deportista por no ser delgada.
Acostumbrada a convivir con las críticas, Stanley se ha convertido en una de las activistas más reconocidas contra la gordofobia. Para ella, la mejor manera de aumentar la autoestima es asumir que nunca vamos a gustar a todo el mundo: “Siempre habrá personas a las que no les gustes y que no te respeten. Y nunca vas a gustar a todo el mundo, ¡asúmelo!”
Según Stanley, una vez realizado el primer paso todo será más sencillo: “Cuando, por fin, aceptes que, en realidad, no tienes por qué preocuparte por nadie, sino que simplemente deberías hacer lo que quieras, es cuando puedes aumentar tu autoestima de verdad”.
“Sé que es difícil, es una batalla que hay que luchar ni siquiera cada día, sino todo el rato. Pero siempre tienes que preguntarte: ‘¿Por qué lo hago? ¿Cuál es mi motivación? ¿Por qué me preocupo por los demás?’. Si sigues ese camino, te liberarás del odio y de la ira. Y, de paso, ganarás más autoestima”, afirma esta instructora de yoga.
Stanley sabe de qué habla porque ella lo ha vivido en primera persona. Por eso sus consejos valen su peso en oro.